Tatuado en la Piel

En la primera parte de los añorados años 90, específicamente en el año 92, surge cual ave fenix renaciendo de las cenizas de un sentimiento que murió prematuramente el power trio "Dermis Tatu", conformado por una suerte de integrantes que no aceptan el sin sabor de vivir sin su música, y mucho menos dejar ese "sentimiento" o "Sensación de Vaciedad" de un fiel publico que los sigue desde casi una década. Cayayo Troconis, genio de las armonías de la guitarra, dueño de la mística y del arte de pasar de lo melancólico a lo crudo de una nota a otra, alma y columna vertebral del otrora Sentimiento Muerto, se asocia con sus amigos y secuaces en esta aventura que quedara clavada, mas que en la dermis, en la epidermis de la historia del movimiento Underground venezolano; Hector Castillo se encargaría de darle una base solida y un aire de rítmicas punzantes que se entronizan en los oidos de los que lo escuchen, apoyandose en la mítica dulzura del Fender Bass; por otro lado, y no menos importante, los contratiempos de los tambores y los ritmos Jazzescos pero bien matizados que le dan ese estilo único a la banda están a cargo de Sebastian Araujo, dueño del detalle, de la magia de acariciar y golpear con un solo movimiento a sus amados tones, intruso de los platillos y maniático de las arritmias y contratempos de un redoblante bien afinado.

Toda esta magia queda plasmada en su única producción discografica "La violo, la mato y la pico" de 1995, de la mano del productor argentino Mariano Lopez, colaborador incansable de artistas de la talla de Charly Gracia, Fito Paez y Soda Stereo.

Como nadie es profeta en su tierra hasta que se muere, los tatuados destacaron por sus viajes a Estados Unidos, Inglaterra y Argentina, donde les era reconocidos por su excelente trabajo en tarima, solo después de la trágica desaparición física de su líder Cayayo, se creo el mito llamado "Dermis Tatu". Digo desaparición física por que espiritualmente sigue flotando por ahí cada vez que se toca un tema o una canción que parieron sus entrañas, no en vano se convierten en bandas de culto todas aquellas agrupaciones que gozaron de tenerlo al mando de las cuerdas alguna vez.

En noviembre de 1999 muere Cayayo, y con el, la esperanza de seguir escuchando su música. Deja como legado todo lo antes descrito, pero además algunas otras reliquias que se encuentran en la Internet, canciones que nunca vieron la luz en ningún disco, pero que fueron escuchadas alguna vez en sus conciertos como premio a los que fielmente asistiamos. Canciones como " animalito en corral", "Bazuco", "Artificial", entre otras tantas que ruedan sin cesar en los intrincados laberintos de la red.

Nada mas que decir!, solo invitarlos a "Tratar" de conseguir este disco en su forma original y disfrutarlo bajo una atmósfera perfecta, les garantizo una experiencia nostálgica que le pondrá el corazón gris a mas de uno, pero les dará fuerzas para seguir en esta cruzada "Terrenal".

Tatta